Las sabanas de Lucinda
Mirar desde la ventana como aquella criolla tendía las blancas sábanas se me antojó un privilegio divino en aquella soleada y tibia mañana de abril. Lucinda no era precisamente una clarisa, pero era… Sigue leyendo
Mirar desde la ventana como aquella criolla tendía las blancas sábanas se me antojó un privilegio divino en aquella soleada y tibia mañana de abril. Lucinda no era precisamente una clarisa, pero era… Sigue leyendo