Dios
Cuando el hombre (el sufridor original) tuvo, por vez primera, consciencia de su finitud, tuvo la imperiosa necesidad de mirar hacia las estrellas. De manera repentina, pasó de ser un animal y preocuparse, tan sólo, por su sustento diario, a ser un individuo atemorizado por la muerte e incapaz de soportar la pesada carga que se posaba sobre sus hombros. Fue en ese mismo momento cuando surgió la idea de Dios. Un ente omnipotente capaz de acarrear dicho lastre. El hombre, ya sabedor de que su vida era perecedera, sintió la acuciante necesidad de delegar en un ser superior sus propios destinos para poder continuar vagando triste o alegremente por la tierra sin que la idea de la muerte lo atenazase para siempre. De este modo, los seres humanos hemos ido perfeccionando, poco a poco, nuestro Dios, asemejándolo o amoldándolo con el paso de los siglos a nuestras propias circunstancias y acercándolo o alejándolo (dependiendo de las épocas) a nuestra propia condición. El ser humano ha divinizado rocas, vacas, lobos, ríos y soles; ha creado árboles genealógicos de dioses todopoderosos y promiscuos, ha creído en un Dios, unas veces bondadoso, otras tirano, ha invocado a la naturaleza para que regase sus campos y dado gracias a los dioses por todo lo que tiene. El ser humano ha divinizado incluso a otros seres humanos, pero detrás de todos esos actos siempre hubo un sentimiento soterrado. El sentimiento de soledad, de incomprensión y de insignificancia ante el vacío de la muerte. El miedo a no encontrar las respuestas o a encontrarlas, quizás, cuando ya fuese demasiado tarde.
fuente foto: decoralos.com
Hemos creído en tanantes cosas, hemos adorado como bien dices rocas, árboles…. Pero yo me pregunto, que cuando será el momento en el que podamos creer en las personas?…los entes están geniales en épocas pasadas, pero hot necesitamos creer en las personas…ahí dejo mi humilde reflexión
Me gustaMe gusta
Amigo Jairo… Corren tiempos difíciles para creer en las personas, pero si no lo hacemos ¿qué nos queda? Todo lo grande que ha ocurrido en este planeta ha sido gracias a sus habitantes. Lo primero es creer en uno mismo, luego en alguien que te quiera, lo demás es optimismo o fe en el género humano. Yo siempre la he tenido. Soy mas de Rousseau que de Hobbes, para mi el hombre es bueno por naturaleza… Pero esto, compañero es otro debate.
Me gustaMe gusta
Yo, que siempre he sido un observador receloso en cuanto a la religion, pienso ahora que se pudo inventar para que la gente mantuviera un cierto orden que permitiese una convivencia estable, lo malo fue cuando caducaron los derechos de autor y empezaron a proliferar las grandes marcas luchando por el mismo mercado, Y es que la idea de Dios es mala en si por naturaleza, pues quita al hombre de sus responsabilidades y de eso a morir y matar por Dios pues solo había un paso…
Me gustaMe gusta
Interesante punto de vista. Añadiría una apreciacion: los hombres no pueden matar a Dios, solo pueden matarse entre sí mismos.
Me gustaMe gusta